Este apartado es uno de los más teóricos; Las organizaciones que quieran demostrar el cumplimiento de la nueva versión de la norma ISO 9001:2015 deben contar con un liderazgo claro de la alta dirección con un énfasis mayor que la anterior versión.

 

En la versión del año 2008 la norma ISO 9001 no le había dado tanta importancia al liderazgo de la alta dirección, pudiendo delegar al responsable de calidad todos los compromisos requeridos para el mantenimiento del sistema. De hecho la nueva versión no incluye especificaciones adicionales sinó demuestra la relevancia del liderazgo de la alta dirección en el desarrollo de la política de calidad y el enfoque al cliente; por ello la implicación de la alta dirección debe ser mucho más clara en las organizaciones que decidan implantar la nueva versión.

 

Como definición, liderazgo es la capacidad de establecer la dirección e influenciar y alinear a los demás hacia un mismo fin, motivándolos y comprometiéndolos hacia la acción y haciéndolos responsables por su desempeño. El sistema de gestión de calidad según la norma ISO 9001:2015 pretende ser un modelo de gestión de una organización enfocada a cumplir con unos objetivos planificados con la mayor probabilidad de éxito, teniendo en cuenta la situación externa y los recursos disponibles de la organización.